9 mar 2012
A pesar de que el cobre lleva unos meses siendo tendencia (gran parte de la culpa la tiene la Copper Shade, de Tom Dixon, que encabeza este post), para las próximas temporadas va a estar más de moda que nunca, junto a los metales dorados.
La verdad es que nunca dejó de estar presente en la decoración, fundamentalmente en el estilo rural, donde el cobre era casi obligado en los utensilios de cocina. También en los interiores de estilo clásico, a través de las bañeras exentas realizadas con este material.
Pero ahora vuelve, para instalarse con fuerza. Gran parte de está rentrée viene motivada por el gusto por la reinterpretación del pasado, por la pasión por el vintage y también por la decoración intercultural: no debemos olvidar que el cobre tiene un gran peso en los estilos orientales.
¿Os gusta el cobre? A mí, su color rojizo y su brillo metálico me atrae mucho, pero siempre en pequeñas dosis. Me parece que aporta calidez, y cierto aroma vintage al esquema decorativo. Yo lo prefiero al dorado.
Imágenes: Pinterest
no me termina de entrar el cobre...aunque en las fotos que adjuntas reconozco que me gusta...buena selección...puntualmente cobre.
ResponderEliminarme encanta la luz que aportan los metalizados; aquí tienes un poco más de inspiración: http://ministryofdeco.blogspot.com/2011/06/decorar-con-cobre.html
ResponderEliminarun beso y feliz finde!
elena
Estoy de acuerdo, en pequeñas dosis como esas lámparas vintage reinterpretadas en cobre o alguna pieza antigua como mi querida tetera (http://hamptonshabbychic.blogspot.com/2012/02/las-tentaciones-de-ana-teas-and-cookies.html)
ResponderEliminarGracias por el avance, Fran.
Besos desde Madrid.
Yo también lo prefiero al dorado. Me gusta mucho el carácter sorprendente que aporta el tener un toque de este metal.
ResponderEliminarMe ha encantado la lámpara que no es la de Dixon, ¿de quien es esta?
La verdad es que me quedo con la primera imagen. Las lámparas en cobre sí pero sin nada más. La tolix de cobre tan pulida creo que pierde todo su caracter.
ResponderEliminarCobre sí, pero en dosis muyyyyy pequeñas.
Feliz finde!!!
A mí me gusta el cobre y creo que no necesariamente en pequeñas dosis. No es frío como el plata, ni estridente como el dorado. Tiene brillo y calidez.
ResponderEliminarUn beso,
Chari
Algún día tendré una bañera como las que muestras hoy.
ResponderEliminarBss
Pues es un material q nos encanta, bienvenida sea esta nueva tendencia. Nos apuntamos!
ResponderEliminarMe gusta el cobre. Unos ejemplos geniales.
ResponderEliminarMe gusta el cobre, pero como dices, en pequeñas dosis. La mezcla de metal y madera en decoración es algo que me encanta y equilibra la (a veces excesiva) calidez de la madera. ¡Me apunto esta nueva tendencia! Un saludo
ResponderEliminarMe permito de hacerte ver lo que hizo mi marido con cobre de plomero (el es un plomero). Quiziera saber si te gusta! Hesto es el link http://vivereapiedinudi.blogspot.com/2011/07/design-da-idraulici-arredare-col-rame.html
ResponderEliminarMe gusta mucho, Laura. Una buena idea para mantener calientes las toallas.
EliminarUn abrazo, y gracias por seguir Etxekodeco.
Pues yo con el cobre todavía no me he reconciliado. Todavía recuerdo los sábados que mi madre nos levantaba pronto porque tocaba limpiar el cobre. Brrrrr… (eso de pequeñas dosis a mi madre le cuesta pillarlo) Aún así espero heredar un caldero de hace dos siglos con parches en el fondo incluidos. Por cierto, hace tiempo me guardé en Pinterest la primera foto para un proyeto de reforma de cocina. Te crees que no me fijé en las lámparas?
ResponderEliminarUn Saludo. Pepa
Si. Me gusta el cobre qb.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Saludo.
Hello,
ResponderEliminarI love this post, is so different to others!. Very cute!
Greetings, Eva