20 dic 2013
Me encantan las paredes de ladrillo visto. En contra de lo que pudiera parecer, con su aspecto rudo (y su apariencia industrial), a mí me transmiten una calidez que pocos materiales consiguen. Y más cuando presentan, como en esta ocasión, esa gama cromátrica que va del amarillo al negro, y esa textura rugosa e irregular.
Esta vivienda georgiana está en Londres, en el castizo barrio de King's Cross, y sirve también como estudio a la pareja de diseñadores de moda Antoni Burakowski y Alison Roberts, más conocidos como Antoni & Alison. La casa era una auténtica ruina cuando la compraron, pero se enamoraron de ella nada más verla por lo que decidideron afrontar su rehabilitación, recuperando, siempre que fue posible, su esencia original, como sucede con las paredes, las vigas vistas, la madera del suelo, etc.
En sus cuatro plantas se distribuye una mezcla absoluta de mobiliario, desde magníficas antigüedades rústicas del siglo XIX, hasta piezas clásicas de mitad del XX, pasando por elementos modernos, como algunas lámparas, obras de arte, etc. Este bien traído eclecticismo a la hora de decorar la vivienda le aporta aún más calidez y, sobre todo, más vida.
Absolutamente enamorado de esta casa, ¿y vosotros?
Procedencia de las imágenes: The Guardian
Me parece divina.
ResponderEliminarSaludos y buen día.
Feliz Navidad.
Nos encanta! También nos declaramos fans del ladrillo visto, y especialmente en esta casa. Lo han sabido combinar a la perfección!
ResponderEliminar¡Por esas paredes y esos suelos, me iría a vivir a Siberia!
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