En esta noche, como en pocas, estamos más pendientes que nunca del reloj, del paso de las horas, de los minutos, de los segundos, queremos estar bien atentos a su tic-tac, para no perdernos el tránsito de un año a otro, y celebrarlo con los que más queremos, con los que están a nuestro lado.
En esta noche, como en pocas, el reloj cobra un protagonismo absoluto y deseamos tenerlo presente en nuestra cena. Podemos hacer que presida la mesa:
O puede estar en cualquier parte de la casa, en cualquier habitación, en el rincón más insospechado. Puede estar solo, o en campañía de otros muchos. Puede ser de una modernidad absoluta, o rendirse a los encantos de lo vintage. Incluso puede ser un reloj juguetón, que juega a ser un reloj de verdad cuando no es más que un divertido vinilo pegado a la pared. Incluso puede estar en la habitación de los peques.
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Las tres imágenes anteriores, Vía Pinterest |
Pero de lo que no cabe ninguna duda es que el reloj marca el paso del tiempo, y que es la metáfora más absoluta de la vida, y que debemos celebrar que, esta noche, es una más en nuestro recorrido vital. En el mío, vosotros ya sois una parte importantísima, así que brindaré por todos vosotros, para que el próximo año 2012 sigamos viéndonos por aquí, en Etxekodeco.
¡FELIZ NOCHEVIEJA!