19 jun 2015
Lo siento mucho por los amantes de las antigüedades como la que vemos en la imagen que encabeza el post, pero me quedo con la siguiente o con la que lo termina. Entre una y otras, un simple lavado de cara, la pieza es la misma pero actualizada, con lo que (en mi opinión) ha ganado muchísimo, sigue manteniendo su esencia, pero su imagen es plenamente moderna.
El sofá, de estilo francés de mediados del XIX, encontrado en un anticuario, conservaba el dorado original y el tapizado de la época. La propietaria se enamoró de su forma, así que decidió adquirirlo pero hacerle ella misma algunos "arreglos". Le quitó las tachuelas de bronce, la tela antigua y decapó la madera. Para retapizarlo de nuevo usó una tela de almohadones, tejida a mano, de los años 50, adquirida hace un tiempo en Copenhague y llena de imperfecciones, pero que le iba a dar el toque de autenticidad necesario a la "nueva pieza".
El resultado salta a la vista. El viejo sofá, más bien feucho, se ha convertido en una pieza moderna y bonita sin restarle un ápice de autenticidad.
Procedencia de las imágenes: Remodelista
Beautiful!!!!!
ResponderEliminarTove :)
Ha quedado precioso pero sin dudarlo me quedo con el antes. En cualquier brocante o ferias de desembalaje puedes encontrar piezas iguales que son reproducciones. Ha borrado de un plumazo, como dices, el acabado original y la tela original, una pena irremplazables. No damos la importancia que tienen los bienes mobiliarios. No deja de ser historia. Un saludo Fran. Nos vemos en Ahetze 😉
ResponderEliminarAunque me parece un poco "sacrilegio" quitar el tachonado y el dorado originales, me quedo con la segunda opción porque ha quedado precioso y muy "de hoy". Su destino al fin y al cabo es una casa actual. Ya se sabe, renovarse o morir...
ResponderEliminarPreciosos los dos, pero me quedo con el primero. Me parece una barbaridad haberle quitado la tela original (tan bonita además), y haberlo decapado. Le ha quitado toda la pátina...
ResponderEliminarMe gusta infinitamente más la tela del primero, pero el dorado lo digiero mal. Me quedo con la mezcla de ambos, aunque entiendo las críticas a 'mancillar' piezas originales.
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