14 oct 2015
¡De nuevo por aquí! Qué ganas tenía de volver a encontrarme cada día con todos vosotros, después de un parón de varios días motivado por dos razones fundamentales, una de ellas técnica, y es que he tenido el blog hecho una "patata" por no sé muy bien que razones, que gente experta en estas lides ha sabido solucionar, y el otro motivo es que ando embarcado en un nuevo proyecto (relacionado con mi otra gran pasión, La Tienda de Etxekodeco), del que muy pronto voy a poder daros más información, y que me ha tenido danzando de un lado a otro buscando nuevos tesoros para poder ofreceros.
Y esto último es lo que ha hecho que el pasado fin de semana haya recorrido Francia de sur a norte (miles de kilómetros con una furgoneta que llenar y mucha ilusión, que nunca falta cuando de rebuscar en mercados y brocantes se trata), así que en esta rentrée no podía menos que mostraros una vivienda francesa, concreatmente en Burdeos, ciudad que me encanta y a la que voy siempre que puedo.
Se trata de una vivienda que exhala elegancia por cada uno de los rincones, pero no una elegancia rancia y pasada de moda, sino de de rabiosa actualidad. Las maravillosas molduras de los techos, los preciosos suelos de madera en espiga, la suntuosa carpintería de puertas y ventanas, originales de la casa, se mezclan con piezas provenientes de mercados de pulgas y broncantes, elementos de diseño, muebles heredados, de diferentes estilos, creando un soberbio ejercicio de eclectismo.
Procedencia de las imágenes: Inside Out
Mon dieu! ¡Qué maravilla de casa, Fran!
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