1 mar 2016
¡Quién me lo iba a decir! Si durante años he sido un gran detractor del color amarillo (no sé muy bien la razón, pero así era), en los últimos tiempos me he dado cuenta de que se me van los ojos a este color, sobre todo en todo lo que tiene que ver con la decoración. Y es que este color, en dosis razonables, imprime vitalidad y energía a los espacios y añade un foco de atención muy personal y, decorativamente, muy efectivo.
En esta vivienda, en la localidad Skövde, en el sur de Suecia, la propietaria ha decidido convertir el amarillo en hilo conductor del esquema decorativo, y así aunar los diferentes estilos y diversas procedencias de las piezas que lo componen. Es difícil encontrar un solo espacio de la casa donde este color no tenga presencia, bien a través de alguna pieza de mobiliario (sofás, sillas, taburetes) u objetos decorativos, e incluso en alguna de las paredes. La combinación con el negro y el gris, que son los otros dos colores predominantes, es realmente muy efectiva.
¿Qué os parece? ¿Os gusta el color amarillo en decoración? ¿Lo pondríais en vuestra casa?
Procedencia de las imágenes: Hus & Hem
Me encanta, será porque el amarillo es uno de mis colores favoritos y en esta casa está puesto en su perfecta dosis. Saludos!
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