17 mar 2016
Esta que os traigo hoy no es una casa muy de mi estilo, pero ha sido verla y entrarme unas ganas locas de vacaciones (¡ya no queda nada!). De todas formas, como os decía, puede que no vaya demasiado con mi manera de enfocar o entender la decoración, pero hay que reconocer que la casa tiene muchísimo encanto y es muy acogedora, ¿verdad? Incluso tiene un puntito poético, muy del siglo XIX.
Está en la campiña galesa y su propietaria, la decoradora Jane Ormsby Gore, ha querido reproducir en ella todo el sabor que desprenden esas casas añejas, con encanto, en las cuales los muebles, los objetos decorativos parece que han estado allí, inmóviles, durante años y años, generación tras generación, arropando a los que los han disfrutado.
Procedencia de las imágenes: NY Times
Entiendo lo que dices, a mi también me atrapa, si te fijas en el detalle de la pantallla de lámpara torcida, dice mucho, nafda esta "colocado", responde a algo más profundo que te relaja y te envuelve. Besos.
ResponderEliminarPerdona, pero me he dado cuenta que en la "aficción" (u obsesión?) por la decoración hay unas lineas que jamás se deberían traspasar, el habitat de cada uno es un espacio creado para el disfrute donde toda nuestra personalidad se ve reflejada, es algo muy hedonista, individual, donde las modas tienen su importancia, pero la justa. Y esa imagen del galgo en la butaca, la pantalla ligeramente inclinada,el orden desordenado, uhmmmmm.....invita al vivir y no al vivir para....
ResponderEliminarchorradita mía, puede ser, pero me da la impresión que en ocasiones caemos en el ridículo y no nos dejamos llevar....