17 may 2016
Cuando me alojo en un hotel lo que más valoro es que tenga un carácter distintivo; no me gustan nada esos hoteles impersonales en los que todas las habitaciones están cortadas por un mismo patrón, por muy cómodas y funcionales que sean, yo me siento más cómodo en una habitación con personalidad, que te haga sentir como en casa.
Confortabilidad, calidez, singularidad..., es la atmósfera que se respira en el Hotel Providence de París. Sus 18 habitaciones se distribuyen en un edificio de 1854 y en ellas sus propietarios han prestado un especial cuidado y una atención meticulosa a los detalles, con una preferencia absoluta por los tonos cálidos, por los estampados, el tercipelo (característica dominante en todas las habitaciones) que va del ocre al azul petroleo, pasando por el verde y el rojo. Además, una decoración cuidadísima, con mobiliario vintage, en tonos oscuros, que acentúa la calidez de los ambientes.
Anotado en la agenda para futuras visitas a París.
Procedencia de las imágenes: Yatzer
Fotografías: Benoit Linero
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