14 ene 2014
Después de ver las fotografías que ilustran este post, ¿qué es lo que más os ha llamado la atención? Tic, tac, tic, tac... Seguro que no habéis tardado ni dos segundos en contestar: los pequeños toques de color, en rojo y amarillo, que aparecen dispersos, en textiles y en pequeños detalles, en casi todos los rincones de esta casa sueca.
Esas breves pero intensas pinceladas de color son las que rompen el dominante monocromatismo blanco, tan característico de las casas nórdicas. Atraen poderosamente nuestra atención y se convierten en protagonistas, en punto focal, a pesar de su aparente nimiedad. Son como un leit motif que unifica es esquema decorativo de toda la vivienda.
No hace falta que sean grandes elementos, en este caso son un cojín, un delantal, una lámpara de mesa, una caja, pequeños utensilios de cocina una obra de arte e incluso el frigorífico, lo que importa es que estén bien elegidos y, sobre todo, adecuadamente distribuidos. Una magnífica sinfonía decorativa.
Procedencia de las imágenes: Alvhem
Hola Fran,
ResponderEliminarSoy seguidora tuya desde hace un tiempo, me encantan tus ideas de dedocaración y como lo cuentas. No suelo hacer muchos comentarios por falta de tiempo pero disfruto mucho visitandote.
Por ello me gustaría presentarte mi nuevo proyecto:
http://marykay-txorierri@blogspot.com
Gracias y un saludo.
Pues tienes razón, los toques de color son la esencia de esta decoración y además rojo. Genial
ResponderEliminarMe ha encantado! El color nos alegra la vida!
ResponderEliminarUn beso fran!
La nevera¡¡¡ aunque con lo cocinillas que somos, no resulta nada práctica¡¡ Enhorabuena por tu shop¡¡ un saludo fran
ResponderEliminarMe encantó el apartamentín...ya me estaba imaginando viviendo yo alli solita...
ResponderEliminarbesos