8 sept 2015
Me habréis oído decir (bueno..., más bien me habréis leído), en más de una ocasión, que soy mucho más de monte que de playa, y más del norte que del sur, más de colores oscuros que de colores claros, que prefiero el frío al calor, el otoño y el invierno a la primavera y el verano, y que me siento más a gusto en el ambiente gris de Estocolmo que inmerso en la luz y claridad de las islas griegas, por ejemplo. La verdad es que nunca me he parado a pensar en el porqué, miento..., sí lo he pensado (tampoco demasiado) pero no he encontrado una respuesta satisfactoria. Lo único que se me ocurre es que las personas elegimos continuamente y las anteriores son mis opciones.
Todo el rollo anterior, en realidad para deciros que, aunque mis preferencias son las que os he contado, paradójicamente hay momentos en los que se invierten los términos. Tengo comprobado que los primeros días de septiembre, por ejemplo, recién incorporado de las vacaciones, tengo especial fijación por imágenes de casas en lugares opuestos a mis gustos, como esta de hoy, la casa de verano que la diseñadora de moda Manon Martin tiene en Túnez. Toda ella es un maravilloso remanso de paz, de tranquilidad, con una decoración relajada, muy bohemia, en tonos claros.
En fin..., ¿qué queréis que os diga? Pues que me encanta. ¿Y a vosotros?
Procedencia de las imágenes: Cote Maison
0 comentarios