15 jun 2016
Esta maravilla de vivienda, en un edificio del siglo XIX del Eixample barcelonés, es el resultado de la unión de dos pisos. En la rehabilitación, que ha sido un proyecto común de la interiorista Marta Castello-Mas y el estudio de arquitectura Serrat-Tort, se derribaron todas las paredes (los propietarios deseaban espacios amplios) y se mantuvieron aquellos elementos estructurales originales que aún no habían sido modificados en las anteriores reformas.
Lo que más llama la atención es que se han dejado todas las paredes en ladrillo visto (que se ha pintado de blanco en la mayor parte de la casa), y las típicas bovedillas catalanas en el techo, lo que imprime un cierto toque industrial a todos los espacios. El suelo también se ha pintado de blanco, con lo que se ha conseguido un lienzo muy uniforme para distribuir el mobiliario y los objetos decorativos, que conforman un mix de estilos realmente espectacular: el industrial en la cocina, la simplicidad del nórdico en el dormitorio, el sabor añejo del vintage en determinadas piezas esparcidas por la casa y, aunándolo todo, el espíritu relajado del estilo bohemio en todos los espacios.
¡Espectacular! ¿no creéis?
Todas las fotografías (de Carlos Muntadas) proceden de la revista Nuevo Estilo, donde podéis ver más imágenes de esta estupenda vivienda.
Mira que yo no soy de tan blanco pero me ha encantado esta casa,gracias por compartirla.
ResponderEliminarBuen miércoles! Beso
Espectacular muy bien definidos los espacios.
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